AÑO XXV NÚMERO 1 NOVIEMBRE 2005
Si miráramos hacia atrás,digamos 25 años, e hiciéramos una comparación entre la forma en que se abordaba entonces el tema de la violencia contra las mujeres y la actitud presente hacia el mismo problema, encontraríamos diferencias del cielo a la tierra.Ciertamente, de ser invisible como problema social, o estigmatizado como un asunto de “dentro de la casa, que además se buscan las mujeres”, la violencia ha pasado a ser tema de análisis que preocupa al abanico social en toda su diversidad: grupos comunitarios, personal de la salud pública y privada, medios de comunicación, burocracia estatal, y autoridades.